martes, 12 de junio de 2012

Matías Fernández se gradúa de hombre en el final


Chile derrotó a Venezuela y le dio continuidad a la historia. Esa que indicaba que la vinotinto nunca le ha ganado a la Roja de local. Los venezolanos llegaban agrandados, ya que vienen viviendo su primavera futbolística y el partido de la Copa América les daba confianza para poder repeler el atraco chileno. Pero Fernández sacó la voz y dictó sentencia: La Roja lidera las Clasificatorias Sudamericanas.

Fecha 6, Clasificatorias Sudamericanas para el Mundial 2014. Estadio José Antonio Anzoátegui, Puerto La Cruz, Venezuela.
09.06.2012


Con un ambiente enrarecido en los días previos, que incluyó guerras publicitarias, cortes de luz y ninguneo a los hinchas chilenos y a la Federación de Fútbol de Chile, la Roja se jugaba el orgullo y el liderato de las Clasificatorias de la región frente a una Venezuela venida a más, con refuerzos ‘extranjeros’ que no han hecho más que aportar su experiencia a un fútbol que hasta hace poco era mirado en menos. Chile traía consigo más dudas que certezas del partido contra Bolivia, donde se vio al equipo desordenado y dócil en defensa. Los dardos apuntaban a Claudio Borghi, al que se le ha cuestionado su forma de trabajar en comparación con la de su predecesor, Marcelo Bielsa. Y lo cierto es que en el inicio del partido (el Bichi paró al mismo equipo que en La Paz) las sensaciones fueron similares: Chile dejaba los espacios suficientes en defensa, sobre todo en el juego aéreo, como para que los delanteros venezolanos Salomón Rondón del Málaga y Nicolás Fedor ‘Miku’ del Getafe, hicieran lo que hacen en España. Tuvo que aparecer, al igual que en el partido anterior, un Claudio Bravo que ha disipado las dudas sobre su titularidad. Pero sorprendentemente, Venezuela dejó de apretar y le regaló la cancha a Chile. Así, la Roja adelantó su línea defensiva hasta la mitad del campo, y el equipo preparó el asedio al territorio contrario, plantándole sitio al arco de Renny Vega. Marcelo Díaz administró la salida, y Vidal estuvo más atrevido que en Bolivia, pero no más cómodo. Por la izquierda Eugenio Mena llegó a carreritas, y Aranguiz dejó claro que la banda derecha no es lo suyo. Alexis Sánchez volvió a engancharse para suplir a Matías Fernández, quien en la primera parte no mostró nada distinto. Y junto con Suazo chocaron constantemente con el muro defensivo rival, con Vizcarrondo como principal estandarte tras la ausencia de Amorebieta. Por su parte, Venezuela abusó del pelotazo largo buscando a Rondón, quien en más de una ocasión le ganó a Osvaldo González, y complicó por arriba a Pepe Rojas. La vinotinto tuvo el gol, tras un centro de pelota parada desde la izquierda y un doble cabezazo dentro del área, que el línea anuló por fuera de juego. Sería el capitán de la U quien saldría lesionado en el minuto 30, dándole la opción a uno que viene pidiendo titularidad hace rato: Marcos González. Su ingreso levantó a la defensa chilena, y Pablo Contreras, que pasó a jugar de líbero, se reivindicó de la pobre actuación que protagonizó en el Hernando Siles. Un tiro libre de Arango (los chilenos siguen cometiendo muchas faltas en las afueras de su área) y un remate potente de Rondón al centro del arco fue todo lo de Venezuela en el primer tiempo.
En la segunda parte se vio a Suazo más activo, buscando el gol. Un potente remate suyo dio en el palo derecho del arco venezolano en el minuto 51, mientras Vega le hacía vista a la pelota. Al minuto, fue Mena quien apareció por la izquierda y remató bajo y al centro, forzando al meta de Colo Colo. Y al minuto 75 comenzó a aparecer Matías Fernández, y con esto los mejores momentos de Chile. Primero, metiendo un centro a 3 dedos que rebotó en Vizcarrondo y que pilló de traspié a Vega, quien volvió rápidamente y le quitó el gol de la boca a todos los chilenos. Dos minutos después Marcelo Díaz, con un tiro libre desde tres cuartos de cancha, forzó al arquero venezolano a mandar el balón al tiro de esquina, y luego, después de haber jugado en corto un saque de rincón, fue el propio Fernández quien estrelló un buen remate en la base del palo derecho de Venezuela. Luego, lo mejor del 14 chileno. Cuando estaba listo para salir reemplazado por Sebastián Pinto, y después de haberse torcido el tobillo en una jugada, le negó el cambio a Borghi, quien en definitiva sacó a Humberto Suazo, y cambió a Pablo Contreras por Figueroa. Esto provocó que Vidal pasara a jugar de líbero y que Aranguiz se parara junto a Marcelo Díaz en el centro del campo, y así se vieron los mejores momentos de Chile. En ese contexto, Matías respondió como nunca, dejando atrás definitivamente el fantasma del partido contra Colombia del 2009, cuando fue reemplazado a los 30 minutos por Valdivia. Atrapó un pase alto con el pecho, dirigiendo hacia adelante y sacó el centro que rebotó en un defensor venezolano, provocando que la pelota se metiera en su propio arco. Tras esto pidió la pelota, sacó  personalidad y comenzó a comandar el ataque chileno. Controló los tiempos, y ordenó a sus compañeros de ataque. Así, Chile durmió el partido y Aranguiz, para demostrar que juega mejor en el centro del campo, se juntó con un Pinto enchufado y armaron la jugada del segundo gol, que selló el marcador y dejó a Chile arriba en las Clasificatorias.




lunes, 4 de junio de 2012

Chile toma vuelo con fallas estructurales


Salvada por Claudio Bravo, la selección chilena derrotó por 2 a 0 a Bolivia en un partido que pudo haber perdido tranquilamente. El mal estado de la cancha, el desorden táctico de los chilenos, sobre todo en defensa, y las chances desperdiciadas de los bolivianos decantaron en un resultado mentiroso por el juego demostrado y por la categoría del rival.

Fecha 5, Clasificatorias Sudamericanas para el Mundial 2014. Estadio Hernando Siles, La Paz, Bolivia.
02.06.2012

Lo que en el papel quería hacer Borghi.
Cerca de 5.000 hinchas chilenos viajaron a Bolivia a apoyar a la selección. Repartidos por varios sectores del Estadio Hernando Siles, los aficionados nacionales hicieron parecer que Chile juagaba de local. Y es que la selección boliviana no calienta ni al más promiscuo. Aún así, iniciado el partido Bolivia presionó a Chile en sus tres cuartos de cancha. Y durante los primeros 30 minutos de partido La Roja no pudo pasar con claridad la mitad del campo. Porque ni Díaz ni Vidal tomaron las riendas de la salida, ni los tres del fondo la sacaban con limpieza. De la línea de defensas, Pablo Contreras demostró que no tiene el juego ni el ritmo de selección. Y no es que no lo pueda tener, es que estuvo casi todo el año en el dique seco. José Rojas se vio desorientado, pero pudo sacar su trabajo adelante. Y Osvaldo González viene teniendo un bajón en su rendimiento, en comparación al año pasado. En el minuto 2, luego de un rechace de la saga boliviana, Arce superó muy fácilmente la marca de Contreras, metiendo un centro y provocando una mano casual dentro del área de  Marcelo Díaz que pudo haber sido perfectamente cobrada. Con este panorama, los bolivianos hicieron que Claudio Bravo mostrara sus argumentos de titularidad y capitanía dónde y cómo corresponde, ganándole un mano a mano espectacular a Escobar en el minuto 17, tras una gran habilitación de primera que dejó atornillada a la defensa chilena, y atajándole un remate en la boca del arco, nuevamente a Escobar, en el 27. Esto, luego de que Pablo Contreras fuera inútilmente al piso, dándole a  Churnacero el tiempo y el espacio necesarios para sacar un buen centro. En ambas jugadas, la línea defensiva se encontró sola para aguantar los embistes bolivianos, porque la línea del mediocampo estuvo siempre muy separada de los defensas, haciendo que su retroceso fuera muy lento.
Poco a poco Chile fue jugando al fútbol con balón. Matías Fernández comenzó a pedir la pelota, a empoderarse de su rol y a armar el juego ofensivo de la selección, aunque tímidamente y siempre recibiendo la ayuda de Alexis Sánchez, quien bajó continuamente a la mitad de la cancha para buscar. Así, el partido se volvió un vaivén de llegadas en ambas áreas, y la selección chilena se encontró, con suerte, con el gol. Aranguiz, en una entrada en diagonal de esas que tuvo que haber hecho durante todo el partido, tocó para Suazo que se puso de acuerdo con Riveros para fallar en el control, y Aranguiz tuvo su premio por haber ido a buscar, definiendo a la izquierda de Vaca.

Vidal celebra su gol
El segundo tiempo no comenzó mejor para Chile, y si Bolivia no empató fue por los mismos motivos de porque no lo hizo antes, y no iba a hacerlo nunca para fortuna de La Roja. No son una selección de nivel para un Mundial. Tuvieron los verdes algunas oportunidades más, pero no tan claras como la de Campos en el minuto 48, quien desvió un remate cuando estaba solo frente al arco, y Claudio Bravo estaba listo para ir a buscar la pelota del fondo. Luego de eso aparecería nuevamente Alexis Sánchez haciendo el trabajo de Matías Fernández y en el minuto 58 recibiría una dura falta y un pelotazo después de haberse echado al hombro a 4 bolivianos. Gutiérrez, el del balonazo, se iría expulsado por doble amarilla.
La expulsión no sería factor desequilibrante, porque los chilenos comenzaron a sentir el cansancio por la altura. Suazo desapareció del partido, al igual que Aranguiz. Ambos se fueron reemplazados por Eduardo Vargas y por Luis Pedro Figueroa, respectivamente. Sería el jugador del Napoli quien crearía la jugada del segundo gol chileno, luego de un mano a mano frente a Vaca y de que su remate pegara en el palo, para que apareciera Vidal y su tiro no tuviera resistencia de parte del flojo arquero boliviano. Sería el resultado definitivo, pero no sin que Bolivia tuviera dos oportunidades más. La primera, en una jugada en que la defensa chilena estuvo lentísima para defender, y otra en un remate luego de un tiro libre que los bolivianos jugaron corto. Tres puntos que pudieron haber sido cero, para un equipo que muestra las mismas falencias tácticas de la Copa América del año pasado. Sobre todo en defensa, donde no hay coberturas, ni coordinación entre las líneas, ni marcas claras. Las pelotas paradas siguen siendo un problema, y más aún porque los mediocampistas chilenos no se preocupan de no cometer faltas en las afueras del área nacional. Antes de este partido, Chile era el equipo más goleado de las Clasificatorias, con 10 goles en contra. El segundo era Bolivia, con 8. Preocupante, sabiendo que el rival del sábado viene en alza, le empató a Uruguay en el Centenario y es el mismo que eliminó a La Roja de Borghi del torneo de selecciones más antiguo del mundo.

RESUMEN DEL PARTIDO

PRIMER TIEMPO

Minuto 2: Rechazo de la defensa boliviana. Controla Arce. Falla de Pablo Contreras en la marca. Centro de Arce hacia el punto penal. Falla en el rechazo de Marcelo Díaz y la pelota le rebota en el brazo. Mano casual, interpretable como penal.

Minuto 5: Tiro libre para Bolivia, en tres cuartos de cancha, desde el lado derecho, sacado con pierna zurda hacia el área chilena. Rechazo hacia atrás de Vidal y la pelota pasa rozando el palo derecho de Bravo.

Minuto 6: Tiro de esquina corto de Bolivia, en el costado izquierdo, hacia atrás. Quedan 3 bolivianos contra 1 chileno. Triangulación boliviana, recorta Escobar con pierna derecha hacia adentro y remata al segundo palo. Cabecea Pedriel y la pelota pasa cerca del palo izquierdo de Bravo.

Minuto 7: Tiro libre para Bolivia, en tres cuartos de cancha, desde el lado derecho, ejecutado con pierna zurda hacia el arco chileno, y Bravo despeja por arriba del travesaño al tiro de esquina.

Minuto 11: Tiro libre para Chile, desde el costado izquierdo, ejecutado por Matías Fernández con pierna derecha hacia el arco. El pésimo arquero boliviano puñetea mal al tiro de esquina.

Minuto 17: Tiro libre indirecto rápidamente sacado por Escobar (20) que abre a la derecha y corre sin marca por entre la defensa chilena hacia el centro del área. El jugador que recibe en la derecha, sin presión, mete un pase a la medialuna del área chilena, y el boliviano que recibe toca de primera para el propio Escobar, quien queda mano a mano con Claudio Bravo. El arquero chileno para el débil remate de zurda del 20 boliviano.

Minuto 18: Recibe solo Arce por la derecha en tres cuartos de cancha y cambia el juego para Escobar, quien recibe solo a la entrada del área chilena, tiene tiempo para bajar la pelota con el pecho y tocar para Vargas (13), quien remata por arriba del arco tras el achique de Claudio Bravo. En todo caso, Vargas estaba adelantado.

Minuto 21: Primera llegada de Chile con juego colectivo. Se juntan Fernández, Vidal y Suazo, fuera del área de Bolivia, abre para Aranguiz que estaba adelantado.

Minuto 24: Pelotazo frontal para Pedriel (18) quien controla y pasa a Osvaldo González, quedando mano a mano con Bravo. El jugador de la U le comete una clara falta en la medialuna del área, que no cobra el árbitro.

Minuto 27: Contragolpe de Bolivia que conduce Escobar (20). Éste abre para Vargas (13), quien supera muy fácilmente a Pablo Contreras, tirado. Luego, centra al segundo palo por donde entra totalmente solo Campos (10), quien remata y ataja providencialmente Claudio Bravo. Mientras la línea media del equipo chileno está en la mitad de la cancha, el juego se hace 4 verdes contra 3 rojos en el área chilena.

Minuto 28: Ataque de Bolivia por la izquierda. Centra Campos a mediana altura y Aranguiz tapa con la mano, dentro del área. Penal clarísimo que no cobra el árbitro. En la jugada siguiente, se produce un error en la salida chilena y recupera Bolivia, pero vuelve a quitar Contreras para Chile, quien toca para que Fernández conduzca el ataque, con Sánchez y Suazo solos arriba. Toca Fernández para Sánchez, y éste abre para Suazo, quien saca el centro y controla Aranguiz dentro del área. Su remate rebota en un defensa boliviano, y el rebote le queda a Díaz quien saca un derechazo que pasa cerca del palo derecho de Vaca (12).

Minuto 31: Se junta Vidal con Fernández, quien mete un pase para Suazo, quedando solo frente al arco pero que no alcanza a llegar.

Minuto 35: Arranca Sánchez desde la mitad de la cancha y se pasa a 3 bolivianos, con ayuda de algunos rebotes. Abre para Mena y éste centra para Suazo, pero gana defectuosamente Vaca (12). Se genera una contra de Arce (7), quien deja en el camino a dos chilenos y centra para Escobar, quien recibe a la entrada del área y es derribado por Aranguiz.  El tiro libre de Campos (10) sale apenas por arriba del travesaño.

Minuto 39: Remate de media distancia de Vidal, que despeja Vaca.

Minuto 41: Tiro libre desde el costado izquierdo para Chile. Patea Fernández y el arquero boliviano Vaca no puede controlar, dando un rebote que Osvaldo González no agarra cómodo.

Minuto 45+3 (0-1): La agarra Aranguiz por la derecha y entra en diagonal hacia el área. Se junta con Suazo, quien no controla bien y tras un error de un defensa boliviano, el jugador de la U queda mano a mano con Vaca, y le define de gran manera a su izquierda.

SEGUNDO TIEMPO

Minuto 48: Centro de Vargas (13) desde la derecha, que recibe totalmente solo Campos (10) quien se escapa de la marca de Aranguiz y golpea suavemente la pelota con la pierna izquierda, y se pierde el gol increíblemente.

Minuto 49: Después de una serie de rebotes en el borde del área, remata Escobar (20) arriba del arco de Bravo.

Minuto 50: Recupera Vidal en la mitad de la cancha, toca para Suazo y este, de primera, toca para Alexis Sánchez, quien se gira tras el achique del arquero boliviano y se la da a Vidal, que viene solo por atrás y remata, pero tapa Vaca en la línea de su área. En la jugada siguiente, despeja largo Vaca y le cae a Arce por el costado derecho, quien avanza y saca un centro para Escobar, que remata desviado.

Minuto 53: Toma Sánchez la pelota en la mitad de la cancha y avanza hacia el arco rival. Se pasa a cuatro bolivianos, pero el cuarto le entra muy feo y lo derriba. Además, Gutiérrez (3) le pega un pelotazo mientras Sánchez está en el suelo, y es expulsado.

Minuto 56: Ejecuta un tiro libre Fernández desde tres cuartos de cancha, y frente al arco, que da en la barrera. El rebote le cae al hombre del Sporting Club, quien abre dejando solo a Aranguiz, que remata desviado.

Minuto 62: Tiro libre para Bolivia, desde el costado derecho y pateado con pierna zurda, que busca el segundo palo y aparece Riveros (5), con falta sobre Osvaldo González no cobrada, e intenta cambiarle el palo a Bravo con un cabezazo, pero su remate sale muy desviado.

Minuto 83 (0-2): La toma Eduardo Vargas en la mitad de la cancha y luego de algunos rebotes, se va solo frente a Vaca, y su remate pega en el palo derecho del arco. Al rebote, llega Vidal y marca.

Minuto 86: Tiro libre para Bolivia, desde la derecha, que tocan en corto y el remate de Peña (22) sale desviado.

Minuto 88: Tiro libre de Marcelo Díaz, desde tres cuartos de cancha, por la derecha, con borde externo. Vaca da un rebote largo, pero alcanza a llegar antes que los dos chilenos que fueron a presionarlo.

Minuto 90: Recibe Arce en tres cuartos de cancha, por el costado izquierdo, y regatea muy fácilmente a Osvaldo González. Gana línea de fondo y centra hacia atrás, donde la empalma de volea el número 11 boliviano, pero el remate sale mordido a las manos de Bravo.




domingo, 20 de mayo de 2012

Drogba aúpa al Chelsea y lo lleva a la gloria europea


En un partido denso, un amargo Chelsea consiguió la primera Champions League de su historia, y que mereció ganar solo por el gigante Drogba. Todo ante un Bayern que aparecía como favorito por su condición de local, pero que no supo desarrollar su juego.


Final Champions League 2012, Alianz Arena, Munich, Alemania.
19.05.2012





Luego de un torneo que no dejó muchas emociones, el Bayern de Munich y el Chelsea de Londres se encontraron en la final de la quincuagésimo séptima edición de la UEFA Champions League (antes Copa de Europa). Ambos venían de truncar el sueño de casi todos los hinchas, periodistas y empresarios del mundo; ver enfrentados en una final de Europa al Real Madrid y al Barcelona. A Lionel Messi y a Cristiano Ronaldo. A José Mourinho y a Josep Guardiola.
Llegaba el Chelsea luego de vencer en Stamford Bridge por 1 a 0 al Barcelona, y empatar 2 a 2 en el Camp Nou. Un duelo que era visto como una posibilidad de revancha para los ingleses, que fueron eliminados por los catalanes en la edición 08/09 en una llave que empataron a cero en España y que en Inglaterra los azules ganaban 1 a 0 hasta el minuto 93, cuando Andrés Iniesta quemó su último cartucho para anotar un gol de antología que valdría el pase a la final. Esta vez sería Fernando Torres, quien abrocharía en el minuto 91 la oportunidad, por segunda vez en su historia, de definir el título más importante de Europa a nivel de clubes.
A su vez, el Bayern lograba eliminar por enésima vez al mejor equipo, en los números, de la historia de la Liga Española. La llave terminaría empatada, ya que ambos equipos lograron una ventaja de 2 a 1 en condición de local, forzando los penales. En la instancia fallaría Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos, dejando al Madrid nuevamente sin su ansiada décima Champions.
De cara a la final, los alemanes contaban con la ventaja de la localía y de contar con dos extremos rapidísimos que por el hecho de dominar distintas piernas son totalmente compatibles; el francés Frank Ribéry y el holandés, ex Chelsea, Arjen Robben. Los ingleses, por su parte, llegaban con bajas importantes en defensa, ya que John Terry fue expulsado en la semifinal por pegarle un cobarde pancorazo por detrás a Alexis Sánchez y Branislav Ivanovic quedó suspendido por acumulación de tarjetas amarillas. Además, no podían contar con el brasileño Ramires, fundamental en el equipo a la hora de armar el ataque.
El primer tiempo del partido fue muy apretado, y las figuras que debían aparecer no lo hicieron. Ribéry sufrió el juego brusco de los defensas del Chelsea, y finalmente le pasaría la cuenta. Robben lo intentó muchas veces de forma individual, pero sus remates no causaron gran peligro, excepto uno que Petr Cech desvió y pegó en el travesaño. Mario Gomez tuvo una clarísima, luego de amagar en el área de gran forma a Cahill, pero remató al techo del estadio. Juan Mata tampoco logró mostrar su calidad en ningún momento del partido. Y de a poco, empezó a aparecer la figura gigante de Didier Drogba, quien se ha transformado desde el bajón futbolístico de Lampard y desde que Terry hace más noticia fuera que dentro de la cancha, en el estandarte del Chelsea. Jugando de todocampista, el marfileño se comió la cancha, cabeceando defensivamente y armando los contragolpes.


En el segundo tiempo la cosa no iba a cambiar hasta el 82, cuando Thomas Müller cabeceó un buen centro al segundo palo, picando una pelota que pasaría increíblemente entre Cech y el travesaño. Parecía que el partido estaba definido, sobre todo por lo que el Chelsea había mostrado hasta ese momento en la cancha, y que por no poder quitarse el miedo a perder, estaba perdiendo. Pero, al 87, aparecería Drogba, picando en diagonal desde el centro del área al primer palo, llevándose a cuestas la marca y capturando un tiro de esquina, dándole a la pelota un cabezazo potentísimo, imparable para el joven Neuer. El partido se iba al alargue.
Las cosas no iban a cambiar, y los jugadores acusaron el final de temporada. El ingreso de Torres al final del segundo tiempo ocasionaría buenas jugadas, pero que finalmente no pudo concretar. Y en los penales, fallarían el buen croata Olic y la bandera alemana Schweinsteiger, dándole al espectacular Drogba la oportunidad de definir de manera sobria, digna de su calidad como persona, para llevarse el partido, el título y a la consentida orejona, la guapa de la fiesta, para la casa.  

lunes, 14 de mayo de 2012

La Máquina del Tiempo - Chile se sale de contexto

La selección nacional empató sin goles con el representativo de la Unión Soviética en un partido marcado por el Golpe Militar, por el larguísimo viaje de los jugadores chilenos, por los 5 grados bajo cero de la capital soviética, y por el juego brusco de La Roja.


Elías Figueroa, el líder de la defensa chilena
Moscú, 26 de septiembre de 1973

En la Plaza Roja no hay mucha gente. Hace un frío que cala hasta los huesos, a pesar de que el verano terminó hace poco. El viento helado que baja por el río Moscova y corre por la capital del bloque soviético golpea directamente en la cara, y hace que corran los mocos. Unos rusos, enfundados en abrigos verdeoscuros, se frotan las manos y se las calientan con el tufo. El sol sirve solo para alumbrar. En un costado de la plaza e inadvertidos por los habitantes del bloque oriental de la Guerra Fría, un grupo de hombres con buzo rojo y el nombre de Chile en la espalda se toma una instantánea, teniendo en mente el partido de vuelta, a disputarse en el Estadio Nacional de Santiago. Son los hombres que han cruzado medio mundo para robarles a los soviéticos un punto para la clasificación a la Copa del Mundo de la República Federal Alemana.
Contra todo y contra todos, los chilenos pudieron llegar a tierras soviéticas para sacar un empate sin goles épico. No sólo por el juego demostrado en la cancha, que fue friccionado y muy fuerte, pero ordenadito atrás por parte de la Selección Nacional, que tuvo como figuras excluyentes a la debutante pareja de defensores centrales, Quintano y Figueroa, sino que por todo el contexto que ha rodeado al viaje.
Ya sabiendo que el partido del repechaje para clasificar al Mundial de 1974 iba a ser contra la URSS, las Fuerzas Armadas derrocan en un golpe de estado al presidente socialista, y muy vinculado por los medios de comunicación a la Unión Soviética, Salvador Allende. Desde ese día el viaje, que iba a realizarse el 17 de septiembre, se volvió incierto. Pero finalmente, y sin ninguna certeza de lo que ocurriría con sus familias, bajo un clima de tensión y nerviosismo, los jugadores partieron hacia Moscú. El viaje contemplaba varias escalas, y apenas llegaban a un aeropuerto extranjero, la prensa local se acercaba a los jugadores chilenos a preguntarles por la situación política del país. Los jugadores tenían instrucciones estrictas de no hablar sobre otra cosa que no fuera fútbol. La verdad era que ni ellos sabían lo que estaba pasando.
El viaje consistía en una minigira, en la que la Roja debía enfrentar a la selección de México en el Estadio Azteca (20 de septiembre, 2-1 a favor de Chile), y al pequeño equipo suizo Neuchatel Xamax (23 de septiembre, 1-0 para la selección), antes de jugarse la clasificación contra los soviéticos, el 26 de septiembre. A pesar de estas dos victorias, el trayecto fue eterno. Y lo peor era que no todos los seleccionados viajaban juntos. Elías Figueroa, considerado el mejor defensa sudamericano del año y que se convertiría en figura importante del partido de Moscú, viajó directamente del Estadio Beira-Rio, canilleras en mano, a París, y luego a Frankfurt, donde casi por suerte se encontró con la delegación chilena.
Ya viajando a Moscú, no había certeza de que los rusos dejaran entrar al grupo al país. El nerviosismo era evidente. Ya con pasaportes en mano, la NKGB detuvo mantuvo al equipo chileno en el aeropuerto, debido a que el bigote de Caszely no aparece en su foto de identificación, y a que Figueroa y Asfura no tenían
Visa de ingreso. Luego de 6 horas, y gracias a la posición estricta que mantuvieron los seleccionados, la policía soviética los dejó entrar. 

Oleg Blokhin, el 10 de los soviéticos

 El partido se jugó en el Estadio Lenin de Moscú, ante unas 60.000 personas, y con menos 5 grados de temperatura. La propaganda soviética para el partido, según estudiantes chilenos de intercambio en la Universidad Patricio Lumumba, transmitía a los moscovitas que los chilenos no querían volver por ningún motivo a su país. El partido comenzó apretado, con la Unión Soviética proponiendo y Chile pegando y rechazando, dejando en evidencia las intenciones de Luis Álamos, el técnico nacional. La propuesta defensiva consistía en que los dos volantes de ontención, Guillermo Paez (Colo Colo) y Juan Rodríguez (Atlético Español, México), corretearan a los soviéticos hacia las bandas, obligándolos a abusar del centro al área, donde Figueroa y Quintano despejarían de cabeza. La primera acción comprometedora se produjo al inicio del partido, cuando el propio Paez le puso una plancha para expulsión a un jugador soviético, que el árbitro brasileño Armando Marquez, con sugerencia de Elías Figueroa, no castigó ni con amarilla. Las ayudas arbitrales del jugador del Internacional de Porto Alegre serían constantes del partido. Luego de esto, comenzó a aparecer la figura de la Unión Soviética, y una de las estrellas del fútbol europeo: Oleg Blokhin. Con su zurda y su velocidad endemoniada, fue un dolor de cabeza constante para la ordenada defensa chilena, y sobre todo para el lateral derecho Juan Machuca, de Unión Española. Finalmente, en otra de las tantas jugadas que el zurdo soviético se llevó en velocidad a Machuca, y al filo del reglamento, Figueroa cruzó en barrida y derribó al jugador del Dínamo de Kiev, sacándolo de la cancha. Marquez solo amonestó verbalmente al chileno, y Blokhin no aparecería más en el partido.

En la segunda parte, la tónica del juego iba a ser la misma. El representativo soviético proponía, o intentaba proponer frente a una defensa muy ordenada y con un Caszely colaborador en defensa, yendo al sacrificio. A pesar de esto, llegó la ocasión más clara del partido para Chile, cuando el pequeño delantero de Colo Colo gambeteó a uno de los grandotes centrales rusos y estrelló un remate con pierna derecha al travesaño. Finalmente, los eslavos no serían capaces de romper el muro defensivo chileno, y el partido terminaría con empate a cero, pifias para un equipo cuyo público daba por ganador absoluto (se hablaba de hasta un 5-0 a favor de la potencia oriental) y aplausos, incluídas las palmas de Lev Yashin, quien fuera el mejor arquero de la Copa del Mundo de nuestro país, para el equipo que les plantó cara y se defendió con dientes y uñas.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Valdanito cumple 150


Con los 2 goles que le hizo Hernán Crespo (Parma) al Udinese el fin de semana pasado, el delantero argentino llegó a los 150 goles en el Calcio. Una cantidad enorme de goles para un jugador que ha pasado por la Lazio, Inter, Milan, Genoa y Parma (además del Chelsea inglés), y que a sus 35 años sigue en estado de gracia.

Aquí dejo un video con algunos de sus mejores goles en Italia. Sí, bravo Hernán.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El poder de La Masía

El 5-0 del Barcelona al Real Madrid el pasado 29 de noviembre refleja el trabajo que ambos clubes han llevado a cabo en los últimos años. Un Fútbol Club Barcelona y un Real Madrid Club de Fútbol que llevan políticas deportivas totalmente opuestas, y cuyos resultados se ven reflejados en dicho marcador, en el 2-6 del Bernabeu de la temporada antepasada y en la cantidad de títulos que ambos equipos han conseguido en los últimos años.

Desde la época en que Johan Cruyff era el entrenador del Barcelona que el equipo azulgrana no ganaba tanto. Con el Dream Team, compuesto por Ronald Koeman, Hristo Stoichkov, Romario o el propio actual técnico del Barça, Josep Guardiola, el Barcelona logró ganar 4 Ligas consecutivas y su primera Champions League en la temporada 91-92. Fue Cruyff el impulsor de potenciar la cantera del Barcelona, cuyos jugadores viven en una antigua casona a un costado del Camp Nou llamada La Masía. A pesar de su política con la cantera, Cruyff promocionó al primer equipo, durante su periodo como entrenador, sólo a 4 jugadores del filial, incluyendo al propio Guardiola quien se convertiría en pilar fundamental del funcionamiento del Barcelona.

En tanto en el Real Madrid vivían el ocaso de la última gran generación de futbolistas formados en casa. La denominada Quinta del Buitre (por ser Emilio Butrageño el principal jugador), que contó con jugadores como Míchel y Manuel Sanchís y siendo su propulsor el entrenador de ese entonces, Alfredo Di Stéfano, logró 5 Campeonatos de Liga consecutivos, entre las temporadas 84-95 y 89-90. Además, lograron ganas dos Copas de la UEFA.

Después de su época dorada y después de que Cruyff dejara el Barcelona en el verano europeo de 1996 debido a sus problemas con el presidente del club, Josep Lluís Núñez, el equipo pasó por una seria crisis. Y aunque logró ganar dos campeonatos de Liga (uno con Bobby Robson y otro con Luis Van Gaal), la crisis barcelonista no menguó hasta el 2003. Entre tanto, nuevas figuras de La Masía iban apareciendo. Van Gaal hizo debutar a un mediocentro creativo, por ese entonces muy comparado con Guardiola, llamado Xavi Hernández para la Supercopa de España de 1998. Un año más tarde, haría lo propio con un lateral izquierdo llamado Carles Puyol. Ambos jugadores son supervivientes de una camada poco fructífera, destacando Albert Celades (ex Real Madrid) e Iván de la Peña, llamado a ser el Raúl del Barcelona, pero a quien las lesiones le jugaron en contra.

Mientras Xavi debutaba con el Barcelona, el Real Madrid del técnico alemán Joseph Heynckes (actual técnico de Arturo Vidal en el Leverkusen) volvía a ganar la Champions League después de 32 años. Para ese entonces la nueva perla de la cantera del Real Madrid, Raúl González, quien había debutado en el 95, ya era titular indiscutido y considerado uno de los mejores jugadores del mundo. Ese equipo campeón ya contaba , además de Raúl, con un rubio zurdito apodado Guti (debutó en 1995) y con un joven Iker Casillas, que ya entrenaba con el primer equipo. A esta generación de futbolistas del Madrid hay que sumarle jugadores de categoría como Roberto Carlos, Fernando Hierro, Iván Helguera o Claudé Makelélé, quienes bajo el mando de Vicente del Bosque (el técnico que más ha durado en la banca del Madrid en muchos años) serían pilares fundamentales en las Champions League del 2000. Es en ese año cuando llega a la presidencia del club Florentino Pérez, un empresario del rubro de la construcción (uno de los más importantes de España), quien daría un vuelco a las políticas del Real Madrid. Asumió la presidencia de un club destinado a la quiebra, apostó en fichar a Luís Figo (estrella del Barcelona en ese tiempo) y costear la compra con la venta de sus camisetas. Nadie, ni los medios españoles, apostaban por dicho modelo, pero le salió más que bien y al año siguiente, Florentino trajo a otra estrella, esta vez de la Juventus: Zinedine Zidane. Y además en el 2002 llegaba la novena Champions League. Ese mismo verano llegaría Ronaldo. Comenzaba la época de los Galácticos.

A la que el Real Madrid ganaba todo, el Barcelona no ganaba nada, a pesar de contar con jugadores como Mark Overmars, Patrick Kluivert, Phillip Cocu y Juan Román Riquelme. La temporada 2002-2003 maracaría del debut de otro mediocentro creativo de la casa, un Andrés Iniesta de 19 años que alternaba entrenamientos entre el filial y el primer equipo. Finalmente, el presidente Joan Gaspart, después de haber invertido 180 millones de euros y no haber conseguido títulos, dimitiría en favor de Joan Laporta. El primer objetivo del nuevo presidente fue darle un nuevo aire al equipo de fútbol, contratando a Frank Riijkard como director técnico y trayendo a Ronaldinho Gaucho del París Saint-Germain, pagando por él alrededor de 30 millones de euros. La primera temporada de Ronaldinho en el Barcelona (03-04) pasaría nuevamente sin títulos ganados, pero con Ronaldinho siendo nombrado por la Fifa como el Mejor Jugador del Año.

Es en esa temporada cuando los papeles se invierten. Florentino Pérez decide no renovarle el contrato a Vicente del Bosque, quien venía de ser campeón en la temporada 2002-2003, y además opta por despedir a Fernando Hierro y Claudé Makelélé, pilares fundamentales para el esquema del Madrid. Además, sería el verano de la llegada de David Beckham, el sexto Galáctico. La política de fichajes del Madrid, denominada de Zidanes y Pavones (haciendo referencia a un canterano del Madrid, Francisco Pavón), llevaría al equipo a una de sus peores etapas. Con jugadores de clase munial, tuvieron que pasar cuatro años para que volviera a ser campeón de Liga. Y el desfile de entrenadores no paraba.

Mientras, el Barcelona comenzaría una nueva etapa dorada. Con los fichajes de Ludovic Guily (que venía de ser finalista de la Champions del 2004 con el Mónaco), Mark van Vommel (capitán del PSV Eindhoven, semifinalista de la Champions 2004), Deco (campeón de la Champions 2004 con el Porto de Mourinho), y de un Samuel Eto'o, goleador del Mallorca y desechado años antes por el Real Madrid, el Barcelona volvió a la gloria futbolística. El sistema de juego impuesto por Riijkard (con un volante de contención neto, dos volantes creativos, uno más retrasado que el otro, dos extremos y un punta), que coincidió con el mejor momento de Ronaldinho, le daría al equipo culé un nuevo aire y un estilo de juego alabado en todo el mundo. Estos jugadores serían importantísimos para la consecución de la Liga 2004-2005, la 2005-2006 y la Champions League del 2006.

La historia de ahí en adelante es conocida. La crisis del Real Madrid cada año, con entrenador diferente y con jugadores carísimos, frente a un Barcelona que si bien tuvo el buen ojo de fichar muy bien a los jugadores indicados en el momento preciso, lleva una política de cantera ejemplar. La llegada de Guardiola al banquillo catalán dio continuidad y oportunidades a jugadores como Pedro, Sergio Busquets, Gerard Piqué, y el mismo Lionel Messi, quienes han respodido convirtiéndose en piezas fundamentales en el estilo de juego del Barça que rota, toca y marea a sus rivales, mientras que los canteranos del Madrid salen de su club a reforzar a otros equipos, ya que en su casa no hay oportunidades (Negredo al Sevilla, Juan Mata y Soldado al Valencia, Marcos Alonso al Bolton Wanderers, entre otros).

Y la estadística así lo indica. Si bien en los últimos 20 años, Barcelona y Real Madrid han ganado la misma cantidad de UEFA Champions League (3, siendo la última del Madrid el 2002), el Barcelona ha ganado el Campeonato de Liga 10 veces, mientras que el Real Madrid, 6 veces. Y en Copas del Rey la distancia es de 3 a 1 en favor del equipo culé (el Madrid no gana la Copa del Rey desde 1993). Además, el Barça es el único club en la historia del fútbol en ganar, en una misma temporada (la primera de Guardiola como técnico) todas las competiciones que jugó. Y en la cancha, de los últimos 5 Clásicos, el Barcelona ha ganado 5 y dos por sendas goleadas (2-6 en el Bernabeu y el pasado 5-0). Sin duda, el poder de La Masía convierte al Barcelona en el mejor equipo del mundo.